The family Volkswagen dating to his childhood has become a playground for Alfredo Sarabia Fajardo’s young children and a way to connect to his father who died when the younger Alfredo was just six. “I frequently travel with my family, just as my father did with me, even using the same or similar objects,” the photographer explained. “As a natural consequence of this, I reactivate the memories of my childhood, refresh the nostalgia, and end up reliving some of those experiences. I like to think of it as a creative legacy that gets renewed, embodying the very spirit of a journey.”

El Volkswagen familiar, que data de la infancia de Alfredo Sarabia Fajardo, se ha convertido en un lugar de juegos para sus hijos pequeños y en una forma de conectar con su padre, quien falleció cuando él tenía solo seis años. El fotógrafo explica: “Viajo frecuente- mente con mi familia, tal como lo hacía mi padre conmigo, incluso utilizando los mismos objetos o similares. Esto reactiva los recuerdos de mi infancia, refresca la nostalgia y me permite revivir algunas de esas experiencias. Me gusta verlo como un legado creativo que se renueva, encarnando el auténtico espíritu de un viaje”.